Miguel Ángel Aguilar Tremoya (Presidente)
José-Vicente de Juan García (Vicepresidente)
Andrea Aguilar Bustamante
Miguel Aguilar Bustamante
Antonio Campuzano Moreno
Javier Fernández del Moral
Antonio Fontán Meana
Gregorio Fraile Bartolomé
Nicolás Franco y Pasqual de Pobil
Miguel Ángel Gozalo Sáinz
Alfredo Jiménez-Millas Gandarias
Vicente Llorca Albero
Juan de Oñate Algueró
Nativel Preciado
Juan-Claudio de Ramón Martínez
José Salvador Román Orozco
Ana Zunzarrenn Echeverría
Sus amigos del Centro Diego de Covarrubias daban cuenta en una esquela del “Abc” del domingo 7 de junio de que el pasado 31 de mayo, día de la Visitación y Pascua de Pentecostés, nos había dejado José María de la Cuesta Rute (Madrid 1935-2020), miembro del patronato de la Fundación del Diario Madrid a propuesta de Antonio Fontán, que fue su presidente y su director cuando el gobierno del almirante Luis Carrero dictó la orden de cierre el 25 de noviembre de 1971. José María era catedrático de Derecho mercantil de la Universidad Complutense de la que se había jubilado en 2005. Era también profesor extraordinario de la Universidad de Navarra. Había impartido cursos de verano en las Universidades Complutense de Madrid, Internacional Menéndez Pelayo y Rey Juan Carlos. Figuraba entre los inversores en medios de comunicación que dentro de la órbita de Juan Kindelán, Juan Pablo de Villanueva, José María García Hoz y Luis Infante, habían hecho fortuna al producirse la desamortización de la Prensa del Movimiento cuando se hicieron de manera muy ventajosa, porque a nadie parecía interesarle, con la cabecera del diario deportivo “Marca”. Así nació Punto Editorial germen del Grupo Recoletos. Después vendría la fundación del diario económico Expansión y la adquisición del grupo SARPE, dispuestos como estaba a envolver el mundo en papel impreso. Pertenecía al Consejo Editorial de “Nueva Revista”. Todavía le recordaban en Netherhall House (Oxford) donde perfeccionaba el inglés por su sentido del humor. Como su tutor insistía animándole a que venciera el sentido del ridículo de quienes se inician en otra lengua: José María, don't worry about pronunciation. Que la tierra le sea leve.
Por Miguel Ángel Aguilar
Jesús Picatoste falleció el 3 de abril, en el Hospital de la Cruz Roja, de Madrid, tras combatir una prologada enfermedad que le hizo pasar por el quirófano en varias ocasiones en los últimos años. Había nacido en Madrid en 1940. Titulado por la Escuela Oficial de Periodismo, fue corresponsal en Roma y Vaticano de “Diario de Barcelona” y del diario “Madrid”, donde era redactor jefe cuando fue cerrado por el Gobierno. Redactor jefe de “Blanco y Negro”; cronista para “ABC” desde Nueva York. Ha dirigido diversos semanarios: “Mundo Joven”, “Gaceta Ilustrada”, etc. y la agencia Imagen Press. En RTVE fue coguionista del magacín “Estudio Abierto”, director del Gabinete Técnico de la Dirección General, el período de Fernando Castedo, y director de Relaciones Exteriores, en la etapa de dirección de Pilar Miró. En Presidencia de Gobierno, fue director general de Relaciones Informativas y segundo portavoz del Gobierno de Adolfo Suárez. Fue profesor de Comunicación e Imagen en el Instituto de Directivos de Empresas. Autor del libro “Un soldado de España. Conversaciones con Manuel Gutiérrez Mellado”. Fue directivo de la APM en varias etapas, la última desde 2011 hasta noviembre de 2019.
José Oneto Revuelta, Pepe Oneto en la profesión periodística, redactor jefe del diario Madrid hasta su desaparición, en 1971, y consejero de la editora Madrid, Diario de la Noche, S.A. y patrono de la Fundación Diario Madrid, ha fallecido en San Sebastián. En la capital donostiarra fue intervenido de una peritonitis en agosto de este año, agravada en las últimas semanas hasta su desenlace fatal. Nacido en 1942 en San Fernando (Cádiz), tras la etapa del Madrid, fue corresponsal en Madrid de la agencia France Press en los año setenta. Desde entonces, fueros muchos los destinos profesionales de Oneto: Colpisa, Cambio 16, Antena 3, Telemadrid, republica.com, en alguno de los cuales ocupó cargos de máxima responsabilidad. Reputado como periodista capital en los años de la transición de la dictadura a la democracia, ocupa por derecho propio uno de los primeros lugares de influencia en el periodismo español de las últimas generaciones. Nuestra Fundación se conduele con su viuda, Paloma, y su hijo Eric.
Javier Vidal Sario (Pamplona, 1919-Pamplona, 2018) ha fallecido donde nació, arañando el cumplimiento de un siglo de vida. Sus restos reposan en el panteón familiar del Señorío de Sarría, explotación agrícola y ganadera que atendió con gran dedicación y de la que se sentía sumamente orgulloso.
Ingeniero industrial de formación, desarrolló sus actividades profesionales en Industrias Metálicas de Navarra (IMENASA), Perfil en Frío, Iniciativas Comerciales Navarras, Papelera Navarra y Huarte Inmobiliaria. Casado con María Josefa Huarte Beaumont, su vinculación al grupo empresarial navarro transcurrió en paralelo a su trayectoria industrial y societaria.
De significación política monárquica, perteneció al Consejo Privado de Don Juan de Borbón, donde entabló relación con Luis Valls Taberner y Rafael Calvo Serer, lo que le llevó a acudir a la ampliación de capital de la sociedad FACES, matriz de la editora del diario “Madrid”, en 1966, con un paquete accionarial destacado. Aquel desembarco en el “Madrid” le permitió una toma de contacto con los medios de comunicación que nunca abandonaría. Su entrada en el capital de FACES resultó decisiva para evitar que el periódico cayera en manos de adeptos a otras opciones que hubieran impedido la línea editorial liberal y democrática del diario.
Fue albacea testamentario de Calvo Serer y tras la desaparición de Antonio Fontán, en 2010, aceptó la doble presidencia de Madrid, Diario de la Noche, S.A. y de la Fundación Diario Madrid, que ejerció con dedicación y desinterés hasta 2017 cuando pasó a ser Presidente de Honor con el voto unánime de los patronos.
Educado en su primera etapa escolar en colegio bilingüe, confesaba haber “aprendido antes a hablar en francés que en español”, así como en inglés. Su unión conyugal con María Josefa Huarte le implicó en el mundo del arte y del coleccionismo, con una participación muy activa en la donación de parte de la colección privada de su esposa a la Universidad de Navarra, en cuyo museo diseñado por Rafael Moneo está depositada.
Reacio a la entrada en política, rechazó diversos ofrecimientos en la década de los sesenta, concretamente del ministro Faustino García-Moncó. Siempre apoyó la vía “juanista” de restablecimiento de la Monarquía. Tuvo una relación especial con Don Juan de Borbón al que visitó con frecuencia mientras estuvo ingresado en la Clínica Universitaria de Pamplona.
Amante de la naturaleza, la caza, la pesca y los deportes al aire libre, fue muy activo militante de la práctica del golf y compitió en torneos hasta el último momento.
Gonzalo Urgoiti López de Ocaña (Madrid, 9.2.1937- 29.7.2016), brillante alumno del Colegio del Pilar, se doctoró como Ingeniero Industrial con una tesis sobre los procesos industriales y comerciales del latón y el bronce. Además del castellano hablaba inglés, francés, alemán y portugués, idiomas que pudo desarrollar en sus numerosas actividades y especialmente durante su primer trabajo profesional en la empresa Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles S.A. (CAF). Fue vicepresidente y consejero delegado de IBYS, S.A. Posteriormente trabajó ya como profesional independiente e incansable emprendedor en varios proyectos. Gran viajero, aficionado al mar, la pesca y el campo, desarrolló sus inquietudes culturales y sociales con una incuestionable independencia. Nieto del fundador del diario El Sol, Nicolás María Urgoiti, en 1997 se incorporó como vocal al Consejo de Madrid, Diario de la Noche, S.A. y posteriormente al Patronato de la Fundación Diario Madrid (que tiene su sede en el mismo edificio de la calle Larra número 14, en que va a hacer un siglo --1.12.1917--, nació el diario El Sol que dirigía su abuelo), donde participó activamente en su gestión, proyectos y actividades.
Juby Bustamante ejerció la profesión durante varias décadas y en diferentes medios, empezando por el periódico Madrid, cuya voladura interrumpió brevemente su brillante inicio en una carrera que la llevaría a alcanzar las más altas cotas profesionales. Era una periodista seria, rigurosa y de una brillantez literaria, a la hora de narrar los hechos, verdaderamente excepcional. Escribía bien y contaba las cosas con una claridad y sencillez que convertían la lectura de sus textos en una verdadera delicia.
Hizo de todo en el periodismo y todo lo hizo bien aunque si hay que destacar algo de manera especial sería seguramente su sensibilidad en el tratamiento de los temas culturales y artísticos. Juby Bustamante ya desde las páginas del diario Madrid como posteriormente de las de Diario16 fue un verdadero referente de la atención que la cultura empezaba a abrirse paso en una prensa que empezaba a romper moldes y a considerarla como prioritaria.
En su vida profesional, marcada siempre por la inquietud y la independencia, cuando no la rebeldía, hizo muchas cosas siempre al servicio de la cultura, como desempeñar con eficacia y perspicacia la jefatura del Gabinete del Ministerio o la dirección de Comunicación del Museo Thyssen a cuyo éxito tanto contribuyó con sus textos e iniciativas. La larga enfermedad que en los últimos años la mantuvo profesionalmente inactiva no la aisló sin embargo de su vinculación a la actualidad cultural.
En su vida privada era una persona afable, con un profundo sentido de la amistad y la solidaridad, cordial, extrovertida y con un gran bagaje cultural, cualidades que la convertían en una gran conversadora, algo que en su actividad periodística la había facilitado ser una excelente entrevistadora de grandes personajes. Todo ello hacía de ella una persona admirada cuya muerte deja sin duda un vacío muy difícil de llenar. Diego Carcedo.
Durante mucho tiempo, creí que Juby se llamaba Jubilosa. Inventé para ella un nombre que no existe, pero no fue un capricho ni una equivocación. Yo creía que Juby tenía que llamarse Jubilosa porque ese nombre la definía mejor que cualquier otro. Para mí, ella siempre ha sido un sinónimo de la alegría, y alegría es mi palabra favorita. Juby era también una de mis personas favoritas. La quería mucho porque la admiraba mucho. El amor verdadero nunca es posible sin la admiración, y Juby derrochaba las virtudes que me parecen más admirables en un ser humano. Porque era buena e inteligente, muy buena y muy inteligente. Porque era fuerte y sensible, muy fuerte y muy sensible. Porque poseía una voluntad de hierro y un candor inmaculado, y se apoyaba en ambos por igual para disfrutar de todas las cosas, desde las más sencillas hasta las más sofisticadas. Juby era una mujer sabia que se reía como una niña pequeña. Yo la admiraba tanto por su sabiduría como por la transparente claridad de su risa.
Querer a Juby era muy fácil. Ése es el mayor elogio que puede hacerse de una persona y ella lo merece con creces. Era un ser luminoso, que irradiaba y concentraba luz al mismo tiempo. Una mujer tan generosa, que cuando quería a alguien se entregaba por completo, sin condiciones. Una mujer tan generosa que congregaba a su alrededor a todos los que la queríamos, porque siempre, hasta el final, tuvo tiempo para nosotros. Y siempre, hasta cuando empezaron a sobrarle motivos para preocuparse por ella misma, estuvo pendiente de los problemas y preocupaciones de sus amigos. Querer a Juby, y que Juby me quisiera, es uno de los privilegios que le agradezco a la vida. Hace ya bastantes años, Juby me regaló el collar que me he puesto para despedirla, esta joya de plástico y valor incalculable, que la define tan bien como aquel nombre inexistente que le adjudiqué por mi cuenta. Cuando no me apetece salir de casa, cuando amanece un día nublado, cuando estoy triste o desanimada, me pongo este collar de piedras preciosas que saben transmitirme alegría de vivir. Ésta es la herencia que he recibido de Juby Bustamante, el ejemplo que procuro imitar, la risueña memoria que quiero evocar hoy, cuando tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento.
Juby no se llamaba Jubilosa pero era alegría pura, pura vida, un regalo del mismo destino que nos la ha arrebatado a traición, antes de tiempo.
Ella debería haber vivido siempre, y alguien tendrá que contarle a Tomás, algún día, que cuando amanece cada mañana, es la risa de su abuela la que enciende el sol.
Almudena Grandes 11 de julio del 2014
Juby Bustamante, emblema del periodismo y de la cultura – El País
Fallece la periodista y escritora Juby Bustamante – El Mundo
Gran comunicadora de izquierda moderada – ABC
Pluma de la cultura – La Vanguardia
Fallece la periodista y escritora Juby Bustamante – La Vanguardia
Fallece la periodista y escritora santanderina Juby Bustamante – El Diario Montañés
Fallece la excelente periodista Juby Bustamante tras una larga enfermedad – Republica.com
Juby Bustamante – El Boletín
Fallece en Madrid la escritora y periodista Juby Bustamante – Mundiario
Federico Castellanos (Palomera, Cuenca, 1915- Madrid, 17 Febrero, 2010), fiel amigo de Rafael Calvo Serer desde su alistamiento en Valencia en los primeros compases de la guerra civil, acompañó al presidente del diario Madrid en la singladura independiente del periódico como accionista en 1966. Licenciado en Derecho, su actividad profesional estuvo muy unida al ramo de la Alimentación. Impulsó diversas iniciativas en el campo de las mutuas de seguros hasta muy al final del siglo XX. En los años cincuenta fue nombrado delegado del Instituto de Cultura Hispánica, organismo predecesor del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), y más tarde la actual Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Desde el Instituto, gerenció la revista mensual "Mundo Hispánico", de generoso formato y gran contenido gráfico que gozó de una amplia difusión en los veinte países de habla hispana. Cultivó incansablemente el don de la amistad que ejerció con personajes públicos como Florentino Pérez Embid, Antonio Fontán, José Mario Armero, Eduardo Torres Dulce y el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, entre otros muchos. Fue patrono de las Fundaciones Rafael Calvo Serer y Diario Madrid desde su constitución.
Antonio Fontán Pérez, Marqués de Guadalcanal, primer presidente del Senado de la democracia, último director del Diario Madrid y Presidente de la Fundación Diario Madrid, falleció el 14 de enero de 2010, en Madrid, a los 86 años de edad, tras una breve enfermedad.
Filólogo, periodista y político, nació en Sevilla el 15 de octubre de 1923. Fue miembro del Consejo Privado de Don Juan hasta su disolución en 1975, senador por Sevilla y presidente de la Cámara Alta, nombrado por Adolfo Suárez en 1977. Posteriormente ocuparía la cartera de Administración Pública en 1979.
En 1945 inició su actividad docente como profesor ayudante en la Facultad de Filología y obtiene el título de doctor con una tesis de investigación sobre la tradición manuscrita de los Diálogos de Séneca.
En 1949 gana por oposición la cátedra de Filología Latina en la Universidad de Granada e inicia estudios de Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid. Funda la revista 'La Actualidad Española', cuya dirección desempeña entre 1952 y 1956. En la misma época dirige también 'Nuestro Tiempo'. Pertenece a la Universidad de Navarra hasta 1967, dirigiendo su Instituto de Periodismo entre 1958 y 1962.
Destacó su labor como filólogo e investigador, desempeñando su cátedra de Filología Latina en la Universidad Autónoma de Madrid entre 1972 y 1975, y en la Complutense a partir de 1976
Fué el último director del Diario Madrid, coincidiendo con la presidencia del consejo de administración de Madrid, Diario de la Noche, S.A. con Rafael Calvo Serer.En este periodo de cinco años (1966-1971), conocido como el "Madrid independiente" convirtió al popular vespertino madrileño en un prólogo de la transición democrática, por la que luchó hasta su cierre por el gobierno del anterior régimen en 1971. En la Fundación Diario Madrid, de cuyo patronato era presidente, recuperó, en los últimos cinco años, el espíritu de independencia, pluralismo y libertad de expresión que animaron al Diario Madrid, a través de múltiples actividades culturales y periodísticas.
José María de Arana y Aizpurúa, Patrono de la Fundación Diario Madrid, falleció el 29 de octubre de 2008.
Con el fallecimiento de José María de Arana y Aizpurúa, los viñedos de la Rioja han perdido a uno de sus grandes mecenas. Doctor ingeniero industrial y caballero del capítulo de Santa María de Valvanera, De Arana falleció el pasado miércoles en Madrid. Nació en San Sebastián, estudió en el colegio de los marianistas, fue miembro del equipo nacional de hockey y comenzó muy joven su carrera en el sector empresarial y bancario. Fue presidente del Banco Europeo de Negocios, consejero del Banco de Vizcaya y del fusionado BBV, consejero de Renfe, de la Sociedad Española de Metales Preciosos y de la sociedad editora del Diario Madrid, entre otras compañías.
Hombre de muchos amigos y amante de su tierra natal, dió consejo a los cosecheros en los años en los que atendió la bodega de La Rioja Alta, de la que su familia fue una de las fundadoras, en 1890. Vicepresidente de esta bodega, defendió el vino de calidad e inspiró unas de sus marcas, el Viña Arana. Las convicciones religiosas de su juventud se vieron fortalecidas tras conocer a San Josemaría Escrivá de Balaguer. Perteneció al Consejo Privado de Don Juan de Borbón hasta su disolución, fue presidente de la Fundación Arana Aizpurúa, cuyo fin es "coadyuvar al desarrollo cultural de la juventud", y presidió honoríficamente el Centro Académico Romano Fundación (Carf) para formar a sacerdotes seminaristas.
"Expansión" 31 de octubre de 2008
El mundo del vino se ha quedado un poco huérfano con el adiós a José María de Arana y Aizpurúa. Doctor ingeniero industrial y defensor acérrimo de los vinos de La Rioja falleció el pasado 29 de Octubre en Madrid.
Natural de San Sebastián, fue un hombre activo desde su juventud, era miembro del equipo nacional de hockey a la vez que compatibilizaba sus estudios en el sector empresarial y bancario. Presidió el Banco Europeo de Negocios, consejero del Banco de Vizcaya, de Renfe y de la sociedad editora del diario Madrid, entre otras compañías. Perteneció al Consejo Privado de Don Juan de Borbón y presidió la Fundación Arana Aizpurúa. Ayudó siempre a su tierra de vinos y asesoró a los viticultores mientras fue el vicepresidente de las bodegas de La Rioja Alta, de la que su familia fue una de las fundadoras. Defensor del vino de calidad, hoy uno de los vinos más conocidos de La Rioja lleva su nombre: Viña de Arana.
"Sercados del Vino y la Distribución" 15 de Noviembre de 2008